ELABORACIÓN


La elaboración del queso en la propia explotación ganadera supone una innovación dentro de la comarca, convirtiendo así nuestra quesería en un centro integral en el que la leche pasa directamente desde la ubre de la oveja a la cuba de la quesería sin ningún tipo de manipulación o contacto con el exterior. De este modo se evitan, además, los saltos térmicos y otros factores que pueden contaminar la materia prima.

 

Destacamos el carácter artesanal de la fabricación, en la que tratamos de respetar los buenos usos de nuestros antepasados y nos limitamos a actualizar el método tradicional de elaboración del queso manchego, adecuándolo a la normativa sanitaria vigente. Para ello cuidamos y supervisamos de forma exhaustiva todos los elementos que intervienen en el proceso de elaboración. Nuestro objetivo es aunar lo mejor de la tradición con los requisitos de la seguridad alimentaria, garantizando un producto de primera calidad.

El proceso de elaboración de queso tiene algo de mágico. La maestra quesera juega con la química y la física -además de la imprescindible ayuda de determinados microorganismos- para transformar la leche recién ordeñada en un sólido cilindro con la textura y la densidad adecuada. Ha elaborado un queso, una materia viva diferente cada día; dependiendo de la alimentación de las ovejas, la temperatura ambiente o  las condiciones climatológicas, entre otros factores. A partir de este momento, seguirá cuidando el queso hasta la maduración deseada.

Una vez elaborado el queso, se inicia otro proceso: el de maduración y afinado. El paso del tiempo irá madurando las piezas hasta obtener quesos semicurados, maduros y añejos que cuentan con un mínimo de dos, seis y doce meses de curación, respectivamente. Con el afinado se procuran los cuidados necesarios para cada tipo de queso, logrando que se ajuste a las características deseadas. De este modo podemos controlar y asegurar la calidad de cada pieza de este producto artesanal.